La histórica relación del YAP (Young Architects Program) como complemento a programas culturales (PS1, M100, MAXXI, Istanbul Modern) y el hecho de que el año pasado, YAP Santiago haya cambiado de contexto, desde un centro cultural a un parque público en una comuna del barrio oriente de Santiago, permite pensar en nuevas posibilidades para el proyecto.
En este nuevo escenario, el proyecto tiene la voluntad explicita de transformarse en una oportunidad para insertar un programa cultural gratuito en el parque a partir de su propia condición temporal y eventual (dos meses). Complementando la serie de programas privados que se han insertados en el parque y retomando de paso el carácter de agente cultural del YAP a la vez de crear un espacio acondicionado climática y programáticamente.
Para la intervención se plantea un proyecto con una doble condición:
Por un lado, capaz de generar un acondicionamiento ambiental por medio de sombras, humedad, agua y vegetación, y por el otro, contener la acumulación de instalaciones de arte y eventos. Ambas condiciones se logran por medio de una única estrategia, la disposición de una serie de 30 marcos espaciales distribuidos en un área predeterminada de 26 x 17 metros.
22 de los 30 marcos propuestos se utilizaron para introducir un programa de instalaciones de arte a desarrollarse durante los dos meses de vida de la obra. Dos meses, ocho semanas, sesenta días, artistas trabajando en directo, eventos y conciertos completan un proyecto siempre en proceso, pensado para mantenerse activos en el tiempo y generar contenido más allá de la inauguración. La programación de la instalación de los objetos y eventos permite diseñar el ciclo de vida del proyecto. Los otros 8 cubos restantes contienen: tres bosques, un escenario, una gran mesa y tres espacios que enfrían el aire por medio de nebulizadores de agua.