El proyecto nace de la voluntad de una serie de empresas de Osorno, especialmente ligadas al mercado lechero y al de la piscicultura, de hacerse de un espacio de trabajo acorde a sus necesidades actuales en términos de espacio, ubicación e infraestructura. Hasta ahora todas tenían sus oficinas en una serie de casas antiguas malamente acondicionadas.
El edificio se ubica en un sector de baja densidad, en proceso de transformación y con una ocupación bastante diversa en donde pueden encontrarse, viviendas, cafés, talleres, etc. Los terrenos son de crujía corta y profunda, lo que obliga a que todos los pisos tengan una organización en planta libre de 30,5 metros de largo por 9,2 metros de ancho. Las condiciones climáticas de Osorno, con un invierno muy largo, lluvioso y oscuro determinan los tiempos de construcción y la atmósfera del sitio.
A partir de estas premisas el proyecto se define a partir de dialéctica entre la organización interior y la materialización de la obra.
Para la estructura se optó por un sistema de elementos prefabricados de hormigón armado ubicando una serie de machones de 40 x 100 a lo largo del perímetro de la planta, liberando gran parte del área total y permitiendo un volado de 2.25 metros en los extremos. Solamente dos muros en el área de servicios funcionan como arriostramiento extra de la estructura.
Este sistema permitió optimizar el trabajo en terreno, limitando el montaje de la estructural principal a solo un par de semanas pero además determina el carácter de la obra, con sus luces, módulos, altura libre y materialidad.