2017 | VIVIENDA SOCIAL RURAL

CAMPO URBANO/ URBE RURAL

Antilhue

El libro presenta una colección de proyectos realizados por 10 oficinas invitadas a participar en torno a la problemática de la vivienda social en contextos rurales, con la intención de activar tanto en la profesión, como en la academia, un discurso unitario entorno al tema.

Arquitectos:
UMWELT (Scheidegger, García Partarrieu)

Ubicación:
Antilhue, Región de los Lagos, Chile

Tipo:
Investigación, Residencial

Participantes:
Beals-Lyon Arquitectos, Emilio Marín-Juan Carlos López, Juan Agustín Soza, Juan Pablo Corvalán, Nicolás del Río, Ortúzar Gebauer Arquitectos, Plan Común, Romero Silva Arquitectos, Tomás Villalón y Umwelt

Año del proyecto:
2016

Publicación:
Vivienda Social Rural,
Felipe Grallert, Ediciones ARQ

Felipe Grallert

Antilhue

El contexto de este proyecto es el de muchas áreas rurales de Chile, y del mundo hoy. Áreas la mayoría de las veces de uso agrícola, que se ven en la necesidad de parcelar y densificar, cambiando su rol normativo de rural a urbano, ya sea por la relocalización de personas, el crecimiento natural, o en ciertos (y no pocos casos) la presión inmobiliaria.

El potencial de este lugar esta dado por la posibilidad y la necesidad de generar un estado intermedio. Un estado capaz de ser sostenible en el tiempo y no solamente propagandístico, entre lo rural y lo urbano, entre el hábitat de las viviendas y los espacios productivos, entre lo formal y lo espontáneo. Un estado fuera de la oposición absolutista y reductiva entre campo y ciudad[1].

Esta condición intermedia es probablemente el patrimonio débil que debiese preservarse. Proponemos una alternativa que se adapta y que potencia este estado, contrario al modelo de casas suburbanas jibarizadas que conquista la gran mayoría de nuestras periferias en este proceso de transición.

Lote / Casa / Sistema Constructivo (sin orden específico)

 El proyecto, de un solo piso, se define a partir del sitio estándar de 10 x 20 m desde el cual se propone un sistema que puede adaptarse a distintas situaciones incluyendo sitios rurales de mayor tamaño.

La casa ocupa el sitio en todo su largo adosándose en ambos extremos y en el fondo, generando una organización en torno a dos patios:

Un primer patio de acceso de 5,8 x 5,8 metros y que sirve además como estacionamiento o espacio de trabajo para aquellas actividades que necesiten un suelo duro. Y, un segundo patio 5,8 x 7,9 metros para, jardines, la huerta y actividades asociadas. El primer patio está flanqueado por las piezas y el living. El segundo patio está rodeado, además del living, por las áreas de orden productivo como la cocina, el gallinero,  la sala de herramientas, un posible potrero, etc.

El espacio exterior no está reducido a una mera función de contemplación o de ocio sino que se asume como parte integral de la manera en que se vive el día a día.

El sistema material de la casa (pensado para ser construido completamente en madera) consta de una grilla de 50 x 50 cm que ocupa el sitio en su totalidad.  Sobre esta, se definen vigas principales, secundarias y los tabiques, rematando en una cubierta a dos aguas que va de lado a lado en el sentido longitudinal del lote. El cierre de las distintas caras puede ser adaptado según las posibilidades de cada usuario.

El entramado de vigas se proyecta sobre ambos patios como una estructura exterior que puede ser adaptada por los usuarios según sus necesidades de uso. Esta estructura permite techar secciones, colgar elementos, canalizar la iluminación exterior, etc.

 

Urbanismo Territorial

 La casa está pensada para funcionar como una casa aislada en el territorio, y a partir de la posibilidad (y necesidad) de ser multiplicada y con ello generar una forma urbana unitaria de cierto orden y coherencia. Una fachada continua y un sistema de patios interiores permiten saltar de la escala de la parcela a la escala urbana y a la vez territorial.

Asumiendo una posible parcelación completa de las cuadras en lotes de 10 x 20m , y para que el proyecto sea más que una mera acumulación de casas, proponemos que un porcentaje de las cuadras queden vacías, transformándose en espacio públicos que funcionen como áreas agrícolas comunitarias, centros sociales o plazas.

El sistema puede absorber aquellos paños mayores al entramado base. La coexistencia de paños agrícolas, naturales, cúmulos de arboles y los predios urbanizados permitirán mantener en el tiempo una forma de vida que no debe ser ignorada pero tampoco estetizada de manera romántica.